Lo primero que hice, fue desconocerla, se veía tan marchita, sin luz, supuse que era la última lágrima de un hombre sin retorno, si no voltea súbitamente y grita mi nombre, la hubiera pateado al fondo de la calle y ver cómo es aplastada por las llantas de un camión del color de la sangre. Al primer grito, no quise voltear, pensé por algunos instantes que "eso" me estaba confundiendo con otra persona, mas "eso" sin dejarse vencer, me siguió gritando hasta que yo volteé.
Me regalo una sonrisa de alivio al ver mi rostro, en cambio yo, una mirada de desprecio, no quería saber nada de ese pedazo de alma, me entró un pánico casi inexplicable, es casi cuando te encuentras con alguien que jamás deseas ver y de pronto, la vida da esa vuelta inesperada y te pone delante del destino no resuelto.
en fin, después de varios reclamos de mi parte, "eso", me vió con una mirada infinita de amor por mi, me hizo sentir algo confortada, pero el dolor era más grande, no podía simplemente tomarla entre mis manos, abrazarla cerca de mi corazón y dejarla morar de nuevo en él. no estaba preparada aún.
"eso" se percartó de mi rechazo, y con lágrimas en los ojos, dio la vuelta y se fue al lugar de dónde salió, de ese encuentro han pasado varios años, ahora, creo, el tiempo de verla de nuevo, se acerca y continuamente, camino en la vereda del "Pasado Perdonado" y tomo un café en el bosque que lleva tu nombre.
ahora yo soy quién busca mi pedazo de alma, espero no tarde en llegar
